viernes, 24 de junio de 2011

Capitulo 2

PROV' Meredith Haenderson

-Edward.-se volvió la chica de pelo negro al pelirrojo.-¿Es verdad?
-No lo sé, Alice.-jadeó él.-No puedo...
-Ni podrás.-interrumpí intuyendo lo que pasaba.- Nosotras pensamos en ondas diferentes, supongo por lo del agua. Nadie piensa como nuestra especie... excepto, quizás... ¿Los peces?
-¿Cómo supiste?-dijo impresionada Alice.
-Nosotras, bueno, intuímos cosas.-me expliqué torpemente.- Es útil cuando cuenta la leyenda, atraemos marineros.
-¿No los comen?-preguntó la chica a un lado de Edward.
-No, a ver.-sonreí.-Nosotras, bueno, "tomamos" la sangre de los humanos, pero podemos vivir sin ella. Aunque claro, da mucha hambre. Una alternativa, es tomar sangre donada, que casi siempre es lo que hacemos. Aunque, claro, hay sirenas a la antigua, que sólo viven en el agua, en donde nos sale la bien famosa cola de pez, ahogan marineros y toman su sangre. Es un desperdicio de vida.

Todos se quedaron con la boca abierta. Vi a Jared y le sonreí macabramente, a sabiendas de que interpretaría la sonrisa como que estaba en problemas. ¿Por qué estaban allí las dos manadas y los vampiritos? Jared me enseñó la lengua y me reí por lo bajo.

-¿Crees que los Vulturis sepan de su especie?-le preguntó Alice a el rubio que parecía ser el líder.
-¡¡¡NO!!!-grité yo alterada.-Y no le van a decir nada a su policía. Nos darían caza, como hicieron con los licántropos. Nada de eso, vampiritos.
-Jared, se supone que no deberías de haberle dicho secretos que no son tuyos.-le reclamó el líder.
-Él no me dijo nada.-sonreí.-Es que bueno... huelen demasiado dulce. Y nosotras somos de agua salada.
-Nosotros no notamos nada.-se sorprendió él.
-No, nuestro aroma es casi como el humano.-me reí.-Sólo que más salado.

Alice sonrió y me tomó del brazo, jalándome. Edward puso los ojos en blanco y su compañera le apretó la mano con ansiedad.

-Él es Edward.-dijo señalando.-Su esposa, Bella, su hija, Renesmee, Carlisle y Esme, Rosalie y Emmett, Jasper.
-Ajá.-respondí sin entusiasmo.-Y oye Alice,¿en dónde...?
-En mi cuarto, supongo.-contestó.
-Ah, con que psíquica.-me burlé.
-Algo así

Renesmee carraspeó, tomada de la mano de Jacob. Jacob rió, aunque fue más como un ladrido y supe que estaban irritados por no saber lo que estábamos cocinando Alice y yo.

-Obviamente no me puedo quedar con Jared.-expiqué.-Digamos que su madre...no le agrado mucho.
-Así que se quedará en mi cuarto.-canturreó Alice.-Tengo mil preguntas sobre tu especie.
-¡Ey!-me mostré ofendida.-Pues no te contaré nada, para que luego esos italianos vengan a matarme.
-Sí que lo harás.-dijo con los ojitos brillando.
-No puedes ver mi futuro.-le restregué en la cara.-Sólo lo que tú has sido en tu vida.
-¿Qué?-se desconcertó.
-No, era una teoría.-me zafé de su brazo.-Has sido humana y vampira. Esos son los únicos géneros que ves.
-Interesante teoría.-replicó Carlisle.

Rosalie, la rubia perfecta, relució una sonrisa gigante y Edward gruñó de exasperación. Me pregunté que pasaría. Sólo atisbaba un poco de amor maternal y mucha, mucha, irritabilidad.

martes, 21 de junio de 2011

Nuevo blog+Capítulo 1

¡Buenos días! Mi nombre es Annie Delgado, tengo trece años y siempre me ha gustado escribir. Soy aficionada a Crepúsculo, por que siempre me ha gustado la mitología. Así que quise escribir acerca de una versión siguiente a Amanecer, después de diez añitos de tranquilidad, cuando Nessie ya sea grande. Espero que se queden a leerlo y publicaré constante.

********************************************************************
DIEZ AÑOS DEPUÉS

PROV´BELLA

Todo empezó con el dolorcito intermitente que le da a Alice siempre que la manada de lobos y Nessie venían a la casa. Y justo cuando Alice emitió la primera queja, entraron Jacob, Nessie, Claire, Quil, Jared y la demás manada en bola, huyendo de la tormenta que iba a estallar. Le acerqué a Nessie, ahora de unos dieciocho años, una toalla y la senté en el sofá.

-No se lo van a creer.-anunció Quil.-Va a venir Meredith Haenderson.

Mas o menos toda la manada se quedó con la boca abierta, chorreando sobre el piso. Alice no podía ver nada y Edward sólo sonrió. Puse cara de interrogación y me senté a lado de Nessie.

-Meredith es la media-hermana pequeña de Jared.-explicó Jacob.-Es hija del padre de Jared y otra mujer. Y ella, es bastante... guapa
-¿Guapa? Es una diosa.-idolatró Embry.
-¿Más guapa que los vampiros?-preguntó Ness
-No, no creo.-la consoló Jacob.- Estos exageran. La última vez que la vieron, ella tenía siete años y nosotros diez.
-¿Cuando vendrá?-pregunté yo.
-Hoy.-me contestó Jared.-La veré en los acantilados a las seis. Y supongo que todos ustedes estarán allí de chismosos.
-Claro, si para eso son los amigos.-lo tranquilizó Quil y Jared le dio un codazo.
-Ummm...-refunfuñó Ness.-A esa hora de seguro que ya está fuerte la tormenta, y todavía en los acantilados...brrrr
-De seguro ya ha parado de llover.-aseguró Alice.

La tarde paasó lenta y angustiosa, hasta que llego la hora de conocer a la hermana de Jared. Nos fuimos todos a los acantilados, la mayoría bromeando y gritoneando.  Cuando llegamos a los acantilados, una chica estaba de espaldas. Jared la llamó y ella volteó.

Tenía el pelo muy rubio, dorado y rizado. Los ojos eran de un color azul turquesa, reflejaban los colores de todos los mares posibles, eran grandes y estaban enmarcados por espesas y largas pestañas y tenía la piel tersa y aún más pálida que los vampiros, si era posible. Tendría unos quince años. Llevaba unos zapatos morados, una faldita corta blanca y una blusa pegada lila. Tecleaba en un celular. Los lobos tenían razón. Parecía una diosa. Tenía un brillo especial en los ojos y era mucho más bella que Rosalie, incluso.

-No eres vampira.-se adelantó Alice.-Ni lobo, ni humana, ni semihumana... ¿Que eres?
-No son las únicas especies.-contestó con voz angelical acercándose.-Yo soy... una sirena